RUPTURA AL INTERIOR DE MONALIGE capitulo XIII Abuy Nfubea & Teodoro Bondjale Oko
Se hablaba tanto sobre la disciplina o no que deben tener los delegados
hacia la dirección de un constructo que estaba entre movimiento-partido. Atanasio que los eligió desde el exilio, creía que
es más importante que tenía el MONALIGE en su historia. La escisión de MONALIGE
tuvo bastante que ver entre comillas con la indisciplina y oportunismo de un
grupo de delegados afines a Macias que inspiraron, se adhirieron y terminaron
formando parte del Secretariado Conjunto.
Atanasio ya había sido el dirigente indiscutido de la organización durante el exilio,
pero pronto Carrero Blanco puso en marcha el juego de tronos al ser elegido
Pastor Torao presidente y Dougan responsable de juventud, Macias quedó relegado
a un segundo plano, siendo éste nombrado en 1963 por Franco, vicepresidente de la autonomía
y consejero de obras públicas en el gobierno que presidia
Bonifacio Ondo Edu. Muy pronto hubo diferencias entre Macías como miembro del gobierno español por un lado y la dirección de MONALIGE por otro. El vicepresidente del gobierno
autónomo era extrovertido y extremadamente popular tanto en la isla como el
continente, discreto no defendía grandes ideales que aneblaba transformar
radicalmente la sociedad, pero su ambición era extrema. No se le conocían
veleidades corruptas, ni mujeriego ni amantes ni dado a la bebida o la
mariguana como otros miembros del gobierno autónomo, sobre él y su vida personal,
familiar y pública había entonces una ética intachable llena de testimonios de
honestidad y de afecto al servicio del pueblo. Proclamando así la inigualable
talla de político carismático de hombre excepcional fiel a una ética de
principios por encima de la coyuntura. Con ello hábilmente Macias, proyectó a
ojos del pueblo guineano, la alternativa no es sólo como parte de la historia
presente, sino sobre todo y principalmente como futuro. Macias entendía que su
lección se debía mas a Franco– a quien mostraba devoción- que al partido y que
consecuentemente debía tener máxima autonomía dentro del MONALIGE para desde la
administración franquista, gobernar con su propio criterio. Mientras que la
dirección de MONALIGE (Armando Dougan, Saturnino Ibongo, Pastor Torao, Ricardo
Nvumba) entendían lo contrario que Macias había sido elegido gracias a ser el
candidato de MONALIGE en la dirección del gobierno. Esta paradoja llevara
inevitablemente a la necesidad de un frente popular. Cuando los partidarios de
Macias comienzan en los órganos de dirección de MONALIGE a mostrar su malestar
y hacer preguntas un poco capciosas porque había razones para hacerlas. Parte
del conflicto interno procede, no tanto de ninguna la llamada ley de la amnistía
que afectó a Atanasio, que fue uno de los grandes puntos de discrepancia, en aquel
momento la correlación de fuerzas en el MONALIGE estaba bastante equilibrada.
Su dirección colegiada en Bata y Mikomiseng estaba formada por más de 12 personas,
tres por cada delegación del movimiento, 5 por Ebibiyin 3 por Mongomo 3 por
Niefang. Se da la circunstancia de que los del interior eran fieles a Macías y solo
Bata y Fernando Poo eran fieles al aparato de Atanasio. Nos encontramos pues con
la ejecutiva bastante dividida llena de intereses en discordia en que poco a
poco va a ir constituyéndose en la división ahora al interno. Y cuando se llega
a la asamblea de Rio Benito celebrada en 1966 tras el regreso del líder del
exilio, Macias a pesar de su tirón no consigue ningún cargo orgánico de relevancia
en el partido y aunque hábilmente se postula para la presidencia y tiene que dejar
la dirección de MONALIGE porque ésta desde Fernando Poo, ha aprobado un
reglamento que impide que un presidente esté más de dos mandatos seguidos pero
los macistas ampliaran y seguirán controlando las asambleas locales de Rio Muni
con señores como Andrés Moisés, Miguel Eyegue. En ese momento hay un bloqueo
parlamentario en el gobierno Autónomo por la incapacidad de que ningún dirigente
o candidato del MONALIGE de Ondo Edu logró mayoría absoluta para los
presupuestos y becas en aquel momento la dirección del MONALIGE desde Fernando Poo
ordena a los delegados y jefes tradicionales en Rio Muni que voten a favor de los
candidatos de MUNGE previo a la conferencia constitucional cuya listas oficial
del MONALIGE había excluido a Macias pero cuando llega el momento de la
votación los delegados de Rio Muni afines a Macias incumplen la disciplina de partido
y permiten la recogida de firmas y cartas donde acusan a Atanasio y Ondo Edu
respectivamente de ser unos vende patrias y de querer optar por la neocolonialismo
a lo gabonés, un Estado asociado donde Guinea seguiría siendo una colonia de España
y Atanasio su primer presidente continuaría siendo Ondo Edú, un catequista
medio sacerdote cuya carrera política acabaría bastante mal. Y al incumplir la
disciplina de partido ponen en bandeja a los atanasistas la fórmula de expulsar
a Macias y con ello romper el equilibrio interno. Y dado que expulsan a toda la
dirección del MONALIGE incluyendo a los delegados del interior y llevará
también ante las asambleas regionales a quienes directa o indirectamente hablan
de un frente popular y que serán conocido como Secretariado Conjunto. Una
especie de confluencia con delegados de MUNGE, MONALIGE y Unión Bubi que se
pasan al proyecto electoral nacionalista-independentistas de frente amplio que
representa el Secretariado Conjunto, a efectos de conseguir la independencia. En
tal sentido porque según Alfonso Oyono Alogo los hombres pasan, pero el país permanece, eso repercute en la
dirección de MOLIFUGE porque los delegados que representaban el interior son
destituidos y en su lugar llegan otros nuevos, afines a Atanasio pero que no
tienen ningún impacto fuera de Santa Isabel o la costa de Bata, con lo cual el
equilibrio se rompe dejando de cara a las elecciones de 1968, en gran minoría a
Atanasio. Estos aduladores, le aconsejan no hablar en fang –la lengua
mayoritaria -y no hacer campaña en el interior de Rio Muni que es la zona más
poblada y limitarse a las zonas playeras. Eran funcionarios y maestros cuyo sentido
político de la expresión personal fue un profundo error- y lo que hicieron fue entregarle
al secretariado conjunto, es decir a Macias el espacio político más amplio, quien
era visto como por esas masas era reconocido ocmo líder de masa su faceta de
orador entusiasta era reconocido pro las bases del MONALIGE que les entusiasma
para salir adelante y la gente lo que decía Macias lo tomaba a bien. Mientras, veían
a Atanasio con excesivamente suspicaces sospechas que era una cautela para
mantener mejor el control del poder MONALIGE se hunde en la división pues los
órganos supremos del partido en ese caso pues no eran muy propicios, lo que Balboa
e Ibongo y otros líderes de la cuerda atanasista propugnan, era que de todo se podía
discutir e incluso reformar, pero dentro de las reglas de juego de las
conversaciones con Castiella y vicepresidencia del Gobierno. Mientras que ese otro
sector creía que el proceso de consciencia galopante entre la gente debía
hacerse en la esfera pública. A partir de ese momento comienza una guerra de la
dirección de MONALIGE que termina con la victoria del secretariado conjunto:
terminará con la derrota en tercera posición de MONALIGE y su candidato Atanasio
Ndong, lo que llevará a este rápidamente a una rueda de prensa en TV para pedir
el voto para Macias en la segunda vuelta. Como miembro y titular de la cartera
de ministro de exteriores miembro de un órgano colegiado que desempeña la
función del gobierno, un mandato. Fue un sufrimiento fuerte y un dilema casi
salomónico / es decir : entregar la criatura con tal de que permanezca entera. Puedes gestionarla vosotros o preservar lo que es positivo o bueno. Pero
la guerra no terminó porque los Gori, Ibongo y demás que obtuvieron cargos en
el nuevo gobierno los combinaban con otras a fines a España, como políticas
distantes e indiferentes al sector crítico a fin al secretariado conjunto que denunciaba que estos estaban controlando y
estaba demasiado sometido a Madrid por Castiella, lo que en el gobierno de Ondo
Edu supuso la escalada de tensión que continuó y acabó con la expulsión de Macias
del MONALIGE. Porque -según Dougan e Ibongo, Macias estaba creando ya, una coalición
electoral y espacio nuevo que era el secretariado
conjunto antes de haber salido de MONALIGE. Y Macias se consideraba en cierto
modo maltratado por su propio partido en aquel momento. El IPGE con Macias como
cabeza de lista obtuvo en el interior del pais prácticamente mayoría absoluta por la
idea elitista de ausentarse de los atanasistas. Grandes dirigentes del MUNGE como Justino
Mba se fueron con el Macias incluyendo presidentes de la asamblea, diputaciones,
jefes de tribu, alcaldes, empresarios, nobles, mujeres, jóvenes desempleados
y sectores amplios del IPGE que hacían un encendido elogio de Macias durante la
conferencia y el referéndum constitucional. La coalición Secretariado Conjunto, aunque se revistiera de modernidad,
socialdemocracia, progresía o de panafricanismo tiene una sola oferta y mensaje:
la independencia. Hubo gran tensión y el secretariado conjunto tuvo mucha más capacidad
de trasmitir ese único mensaje: Mitaang máyia
ke los blancos deben irse, y esto se tradujo en una fuerza electoral, lo
que le hizo mucho daño al discurso difuso elitistas y tecnócrata de MONALIGE: en
parte porque directamente o por personas interpuestas, un sector de MONALIGE fue
responsable evidente de unas purgas permanentes en cuanto a personas determinadas
dejando claro que si bien Atanasio fue una persona con enormes cualidades no supo
digerir el poder en un contexto nuevo donde la prioridad era la autodeterminación.
Y que cuando se le dio toda esa administración, no tuvo ningún arraigo en el
pueblo, porque este estaba por encima de los partidos, hicieron que la marca perdiera
fuerza socialmente hablando, mientras MONALIGE como marca prácticamente desapareció
entre las bases porque, aunque formaba parte del gobierno de Macias, su
aislamiento le llevó finalmente a recurrir al golpe.
Comentarios
Publicar un comentario