ELECCIONES EN CATALUNYA: OTRA LECCIÓN.
José Luis Nvumba Mañana.
Hoy ha habido elecciones autonómicas en Catalunya. Es decir, elecciones para elegir a l@s diputad@s que pasarán a ser miembros del Parlament, que a su vez elegirán al próximo President de la Generalitat. Una verificación de los nombres de los candidatos que figuran en las diferentes papeletas electorales, nos lleva a VISIBILIZAR LA INVISIBILIDAD DE LAS PERSONAS RACIALIZADAS, tal y como sucede en el resto de España. Hasta los partidos que se autodenominan progresistas, e incluso los más minoritarios y, pretendidamente radicales en sus planteamientos e ideologías, están en la misma línea. La invisibilidad, por sistema, de personas racializadas en sus listas electorales, no digamos ya en puestos con posibilidades de resultar elegidas.
Resulta curioso que, desde el advenimiento de la democracia en España, tras la muerte del Dictador Francisco Franco, el único partido que ha contado con un líder de escala nacional, dando visibilidad a una persona racializada, haya sido precisamente VOX (ya sabemos que el autoritarismo y el nepotismo, revestidos, o no, de patrioterismo, no son patrimonio de una etnia en particular. Y si no, que nos lo pregunten a los guineo-ecuatorianos), partido que apenas esconde su tinte xenófobo. Y dicho líder, encabezaba las listas por Barcelona en las elecciones celebradas en el día de hoy, 12 de mayo del 2024, siendo el Candidato a Presidir el Govern de la Generalitat. También hemos de reconocer que el partido Esquerra Republicana de Catalunya, ERC, ha dado cierta visibilidad a personas de origen árabe, constatándose su presencia como número cuatro de su lista de candidatos por Barcelona, como también en la legislatura agotada, ha hecho visible a una diputada, de origen árabe, que llevaba tranquilamente su velo en las sesiones del Parlament.
Me llama mucho la atención esta sociedad, y me refiero a la española en general, tan fina de piel para algunos temas y, tan ciega (y dura), y hemos de recordar que no hay peor ciego que el que no quiere ver, a lo que ostentosamente pasa delante de sus ojos. Así, se muestra extremadamente delicada en temas que afectan a la mujer, por supuesto blanca y occidental de origen, como a los que afectan a las identificables como minorías sexuales, nuevamente por supuesto personas blancas y occidentales de origen, pero pasa de puntillas sobre la más que evidente realidad de la INVISIBILIDAD DE LAS PERSONAS RACIALIZADAS, y sin perjuicio de su género y orientación sexual. Miremos donde miremos, la realidad institucional y los Parlamentos o Cámaras Legislativas varias, las altas finanzas, el ejército y los distintos cuerpos de seguridad del estado, las televisiones públicas y privadas, el cine, la ciencia, universidad, etc…, las personas racializadas o de origen no occidental brillan por su ausencia. Únicamente las encontramos, e identificamos, en campos y actividades como las deportivas. El llamado deporte rey concentra un buen número de ellas, si bien una de las funciones que cumplen y, al parecer, se integra en el sueldo, es la de ser víctimas de chanza, escarnio, rechazo y expresiones públicas de menosprecio, cuando en el ejercicio de su actividad incurren en cualquier tipo de pretendido error. Sea técnico, táctico, o relacionado con el saber estar. No se tratan, por el público blanco y lugareño, como un ejemplo más de jugador/a con escasa capacidad, inteligencia o educación, sino que directamente se relacionan con su racialidad u origen no occidental.
Alguien querrá recordarme que en el Parlamento español en la presente legislatura hay al menos una persona claramente racializada, como también hubo otra en precedente legislatura. Sólo replicaría solicitando que me ilustraran sobre el protagonismo que tuvieron dichas personas en su desempeño como representantes políticos. No me parece de recibo que sólo se las utilice y haga visibles, a modo de ejemplo, para replicar las invectivas xenófobas de VOX. Lo que sería de recibo, es que dicha réplica la encabezara, en muchas ocasiones, un diputado o diputada no racializada, del mismo modo que el racializado podría tener protagonismo en una intervención sobre la marcha de la economía del país, seguridad o sobre situaciones de desequilibrio y marginación social. Es decir, cualquier tema que no estuviera directamente relacionado con la racialidad. Esta sería una normalidad, como también lo sería que un actor o una actriz racializados pudieran optar a un papel o rol de abogad@, policía, médic@, etc…, es decir, que el papel no estuviera directamente relacionado con la racialidad, sino con la realidad que supone una sociedad plural. Es el punto al que llegaron en otras cinematografías, para lograr que actrices y actores racializados pudieran e, incluso, lograran papeles donde su racialidad se convierte en mera anécdota, sin mayor trascendencia. Hoy en España, apenas se está empezando a romper este techo con una serie protagonizada por un actor racializado, en el papel de policía o de detective.
Lo único que me hace ser prudente a la hora de calificar el racismo que, sin duda, existe en este país llamado Reino de España, es la escasa meritocracia que lo caracteriza. La cuna de nacimiento sigue siendo un factor más que determinante para las aspiraciones de cualquier ciudadan@. Me pregunto si será una de las razones, además de por ser alto, guapo, políglota y listo, y la Señora no desmerece en absoluto, por la cual en muchos sectores se tiene un profundo menosprecio al actual presidente del Gobierno español, que no puede tener un apellido más vulgar y carente de abolengo. Parece que todavía no se ha normalizado que cualquier persona, por más corriente y carente de abolengo que sea, habría de poder optar a alcanzar cualquier ámbito que se propusiera y para el que reuniese las capacidades, disposición y merecimiento, precisados. Que, cualquier hijo de inmigrante pudiera soñar con alcanzar la visibilidad, y el reconocimiento, en cualquiera de los ámbitos en que esta se da.
He de acabar esta modesta reflexión, con el optimismo que se le presume a un bantú de etnia fang. Ya se hacen visibles señales de que este país, España y, por extensión Catalunya, habrá de aceptar la ruptura de los invisibles techos de cristal que hacen muy quimérica la meritocracia, así como la igualdad en la legítima diferencia, que no ha de suponer una rémora justificativa de la invisibilidad. Hace unos pocos años, siquiera era normal encontrar a una persona racializada visible, en desempeño laboral de atención al público, ni en las grandes superficies y establecimientos. ¿Ya está preparado este país para que el ciudadano medio encuentre normal que una persona racializada ocupe posiciones de responsabilidad o desempeños visibles y debidamente reconocidos socialmente, teniendo como subordinadas a personas nativas con ocho, genuinos, apellidos?.
Entiendo que, a su vez, las personas racializadas no han de reivindicar su visibilidad convirtiéndose en aquello que se espera de ellas: que sean dóciles, simpáticas y nada reivindicativas de sus orígenes y diversidades culturales, sino perfectamente “integradas” y ejercientes de “buen@s”. Antes al contrario, a mi modesto parecer, habrían de esforzarse en poder desarrollar sus talentos innatos, personalidades, capacidades, merecimientos y disposición para derribar techos y puertas, alcanzando lo que fuera de su merecer. Todos habríamos de asumir lo que somos, de dónde venimos y cómo nos hemos encontrado, reconociendo los claros y las sombras, si verdaderamente creemos en la igualdad y el respeto que se merece toda persona, así como en la riqueza resultante del encuentro de culturas y etnias, por más que éste puede conllevar situaciones que constituyen un reto en la búsqueda del entendimiento y la convivencia en concordia. A tod@s nos conviene que TODAS las personas puedan desarrollar y aportar a la sociedad sus indudables e innatos talentos, recibiendo en contraprestación el merecido reconocimiento. Habríamos de aprender eso: a ver y reconocer a otras personas, independientemente de su etnia, género, edad, opción sexual, origen social o geográfico, es decir, a vivir cotidianamente y de modo espontáneo haciendo realidad el Principio de Igualdad.
Barcelona 12.05.2024
Comentarios
Publicar un comentario