Anton de Kom. “Nosotros, esclavos de Surinám”.
Lito
Del porqué es tan importante rescatar nuestras fuentes afro como históricas autóctonas. Y el valor actual que estas narrativas tienen para las nuevas generaciones de afrodescendientes. Estudiar la historia de la esclavitud transatlántica para entender como sigue funcionando el sistema y la sociedad. Hace unos años atrás visitando la ciudad de Amsterdam (en Holanda), estuve en el distrito de Zuidoost, el denominado barrio surinamés. Allí a pocos metros del mercado central local se levanta, magistral la estatua del escritor Anton de Kom, héroe nacional, de raíces africanas e inspirador del movimiento panafricanista en Surinám. El nombre A. De Kom está íntimamente ligado como un clásico de la literatura anti colonial del Caribe y las Antillas. En el mismo sitial como: “Los jacobinos negros” (1938) de C.R.L James, “Capitalismo y esclavitud”(1944), de Eric Williams,“Discursos sobre el colonialismo”(1951/2), de Aimé Cesaire y “Los condenados de la tierra” (1961), de Frantz Fanon. Por su parte Anton de Kom contribuyó con su obra “Nosotros, esclavos de Surinám”. Editado originalmente en holandés en 1934, una versión en español se publicó en La Habana Cuba en 1981, cuando el autor ya hacía mucho tiempo que había muerto. Anton de Kom falleció el 24 de Abril de 1945 en un campo de concentración nazi en Alemania. Cornelis Gerard Anton de Kom nació el 22 de febrero de 1898 en Paramaribo capital de la antigua Guyana holandesa, hoy Surinám. En el seno de un familia trabajadora, de abuelos esclavos, su padre nacido esclavizado en 1862 fue obrero en las minas de Oro, su madre creció en una familia de negros libertos, gentes que pudieron comprar su libertad. Luego de cursar con total éxito sus estudios en la Paulusschool, obtuvo su diploma de Tenedor de Libros. Ya entonces dominaba varios idiomas, como inglés, francés, alemán, negerengels (negro inglés) incluido el papiamento.
CIMARRONAJE CONCIENCIA NEGRA
Entre 1916 y 1920 trabajó como dependiente de oficinas en la empresa cauchera de Balata. De Kom quedó profundamente impresionado con el dolor y la pobreza de los sangradores de Balata. En 1920 viajó De Kom a Holanda donde con dificultad e intervalos, obtuvo empleo como ayudante de contador, además de completar el servicio militar voluntario. También contrajo matrimonio con Petronella Catherina Borsboom. De esta unión nacieron cuatro hijos, tres varones y una mujer. La vida en Holanda, donde el era entonces uno de los pocos hombres negros que se encontraban en esa nación, le hizo sentir más aún el sojuzgamiento y la miserable posición en que se encontraba sometido su pueblo. Vio el agudo contraste existente entre la pobreza de su país y la riqueza de Holanda. De Kom se mantenía informado de todo cuanto sucedía en Surinám. Su amor por la libertad y la justicia lo impulsó a ocuparse cada vez más de la política, lo cual en aquellos tiempos constituía un grave peligro para un surinamés y negro. En 1931 De Kom fue despedido de un trabajo, con el motivo expuesto por la empresa, “Reorganización de la empresa y demasiado interés en la política”. En el campo literario, De Kom escribía en la revista Links Richten (Dirección de Izquierda), un espacio para escritores y poetas de ideas progresistas. En su tiempo libre pasaba muchas horas en la Biblioteca Real y trabajaba intensamente para terminar su primer libro, Nosotros, esclavos de Surinám, el cual llegó a convertirse en una de las mejores obras de nuestra literatura y una formidable acusación contra la explotación colonial en Surinám. Todavía en Holanda, De Kom se preguntaba como podía ayudar él a su pueblo. Quería eliminar las disensiones, quería inculcar a su pueblo ideas de solidaridad y organización, dos condiciones esenciales para el progreso. Quería que las hijas e hijos de Surinám se unieran en la lucha por lograr una existencia digna del ser humano.
LUCHAS CONTRA EL RACISMO
En 1932 De Kom debe regresar de improvisto a Surinám, ya que su madre estaba gravemente enferma, lamentablemente fallece mientras su hijo seguía embarcado. De Kom llega a Surinam el 4 de enero de 1933. En aquel tiempo, la situación social y económica allí era cruel y degradante para la población. Paramaribo estaba constituida por un conjunto de chozas, con calles en mal estado, sin alcantarillado. Lasituación médica en el país era espantosa. Los campesinos vivían en un estado de tal pobreza que a veces no disponían ni siquiera de los 10 centavos necesarios para poder comprar una capsula de quinina. El salario semanal en las plantaciones era de 4,80 florines para los hombres y 3,60 florines para las mujeres; pero en tiempos difíciles, descendía hasta 1,80 florines y 1,20 florines, respectivamente. Tanto en la ciudad como en el campo, las oportunidades de recibir instrucción eran completamente nulas. La vida del campesino se traducía en un verdadero infierno. Las chozas en las cuales vivían los campesinos no-blancos, no tenían piso siquiera; sin embargo, había que pagar por ellas un gravamen en forma de renta. Los empleados de las oficinas de impuestos, acompañados por soldados, arrancaban los últimos restos de alimentos que pudieran conservar aún los campesinos en sus graneros. Los caminos por los cuales tenían que transportar los productos agrícolas producidos se hallaban en terribles condiciones y ofrecían peligro. En agudo contraste con esta situación se encontraba la opulenta vida que llevaba la élite colonial blanca, así como los directores de plantaciones y los altos funcionarios de origen europeo. Existía, naturalmente, oposición a la injusticia. Tanto en Paramaribo como en numerosas plantaciones, se produjeron revueltas motivadas por el hambre. En respuesta a ellas, la policía y los militares atacaban con los medios más brutales a las famélicas masas que manifestaban su protesta. Ese fue el panorama que encontró De Kom al descender del barco que lo trajo de Holanda. Centenares de simpatizantes se habían reunido en el muelle para recibirlo, saludándolo estruendosamente a su llegada.
AGITADOR COMUNISTA
Las autoridades coloniales fueron presa del pánico, por la sencilla razón de que había venido un surinamés animado por la idea de crear un conglomerado de las distintas razas que poblaban el país con el fin de integrar un sólido frente de lucha para la liberación del mismo. Se corrió el rumor de que De Kom era un “agitador comunista”. Día y noche había investigadores siguiendo los pasos de De Kom, en forma tan inoportuna que el periódico Der Surinamer (El Surinamés), escribió en 1933 esto:
Adonde el hombre se dirigiera, donde se detuviese o se encontrara, era perseguido del modo más inconveniente, en forma alternativa, por los agentes policiales Baal, Leeuwin y Kolf, expresamente liberados del servicio a tal fin. Estas personas fueron contratadas para realizar dicho servicio especial. La referida acción fue objeto de una repulsa general.
De Kom se veía diariamente rodeado por centenares de negros, indonesios, criollos, javaneses e hindúes. El hecho mismo de que un grupo tan numeroso de estas personas viniera de cerca y de lejos para llegar hasta el, demostraba palpablemente que en todos los sectores de la población oprimida existía una gran necesidad de contar con alguien que los escuchara y les prestara atención, una persona que de verdad estuviera dispuesta a luchar fieramente en defensa de los intereses del pueblo surinamés. Es en vista de ello que De Kom decidió establecer una consultoría legal para escuchar detalladamente y poder asesorar a sus compatriotas. En pocos días instalado debajo del frondoso árbol en la huerta familiar atendió a 1500 personas, aproximadamente. Mientras diariamente seguía atendiendo a cientos de personas, anotando sus quejas y estudiando la mejor manera de ayudar. Por las noches los agentes de policía no lo dejaban en paz, llamaban a su ventana para comprobar que estaba dentro, en los salones donde iba a dirigirse al público, se situaban individuos con ordenes expresas de no dejarlo hablar. A raíz de haber tenido lugar varios disturbios y alteraciones del orden, De Kom fue arrestado sin que existiera en concreto prueba alguna en su contra. Eso genero una ola de indignación en la población donde grandes grupos de campesinos javaneses e indonesios se dirigieron a la ciudad para acompañar a sus compañeros de infortunio criollos y solidarizarse con la demanda de libertad para De Kom.
EL PERFUME DE GARVEY
El perfume y la estela de Marcus Garvey y la UNIA-ACL seguía contagiando el Caribe y el mundo africano. Hubieron disturbios, balaceras, corridas, finalmente algunos muertos, varios heridos y detenidos. De Kom fue detenido y no fue liberado sino hasta el 10 de mayo de 1933 y llevado de inmediato a un barco atracado en el puerto que lo llevaría de regreso a Holanda. No fue condenado ni castigado oficialmente, ni siquiera acusado de delito alguno. Sin embargo fue echado de su patria. Ya en Holanda, De Kom completó su obra “Nosotros, esclavos de Surinám” con algunas experiencias acumuladas durante su estadía en Surinám. En 1934 encontró un editor para su obra, la policía lo obligó a eliminar del libro los fragmentos que habían sido añadidos. Además en anteriores requisas en su tierra natal había perdido apuntes, no así el manuscrito que estaba en Holanda, aunque los investigadores habían excavado en el jardín en busca de documentos. De Kom, siguió en Holanda sirviendo a su pueblo denunciando el racismo y la opresión colonial por medio de artículos artículos, conferencias y discursos en donde ponía de manifiesto las condiciones en que vivía la población.
NAZIS GESTAPO
Así mismo durante la ocupación nazi en Holanda hubieron artículos de De Kom en la prensa de la resistencia. El 7 de agosto de 1944 es arrestado por los ropas nazis alemanas y trasladado por diferentes campos de concentración, finalmente fallece el 24 de abril de 1945. Su cadáver fue encontrado en una fosa común en Sandbostel (Alemania). En la década del 60 del siglo XX, coincidiendo con le movimiento Black Power sus restos mortales fueron trasladados desde Holanda hasta Surinám, donde se colocaron en un sepulcro preparado en su honor, en el cementerio de Loenen, junto al río Veluwe. Heroe nacional de Surinam. Hoy la universidad de Surinám lleva su nombre en homenaje a unos de sus hijos pródigos en defensa de las personas más desposeídas de su tierra, en la lucha contra el racismo, el combate a la pobreza, la opresión y la explotación.
CONCLUSIÓN
El libro tiene momentos muy marcados, comienza con los inicios del mal llamado “descubrimiento”, relatando la naturaleza de esa bella tierra denominada, por los pueblos originarios locales “Sranang”. Cuando los conquistadores blancos llegan a invadir allí, las sucesivas disputas coloniales, el comienzo del período de la esclavitud. Y su resistencia; aquí surgen varias historias, y aparecen los diferentes héroes cimarrones: Baron, Joli Couer, Bonni, entre otros. Es importante destacar el valor actual que tiene este libro para las nuevas generaciones. Estudiar la historia de la esclavitud desde el punto de vista afrocentrado y panafricanista, con base en sus propios protagonistas te cambia la narrativa y perspectiva. Entender nuestra propia historia con nuestras propias fuentes. Y reconocer así, como funciona el sistema dominante actual, la sociedad, y sus despojos que nos han sido hoy legados. De imprescindible lectura.
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