La ideología en la historia de Guinea Ecuatorial Juan Cuevas

 

La ideología en la historia    de las relaciones humanas

 Juan Cuevas Valenzuela                                                                 Secretario de Formación del Partido de Progreso de Guinea Ecuatorial.

" Los regimenes dictatoriales, por el contrario, pretenden hacer una retrospección al mas oscuro africanismo tribalista, un mundo mágico (inmanentista), lleno de brujería, de budú y de sumisión. Esta es la forma mas fácil de dominio sobre los ciudadanos por parte de lis dictadores africanos. "

Se ha venido concretando siempre en la reivindicación de un conjunto de ideales y de principios con los que se pretende dar respuesta a los problemas que padece la sociedad, desde nuestro entorno mas cercano, hasta el propio ámbito del país en que vivimos. En cierto modo, la ideología se ha utilizado también como forma de marcar la impronta personal. La ideología, por tanto, ha marcado siempre el devenir en la historia de las civilizaciones. La condensación de esa forma de ver las cosas y de resolverlas desde la perspectiva de lo que se cree y se vive, es la ideología, vista siempre como el conjunto de emociones, ideas y creencias que definen las relaciones sociales. La ideología es también la reafirmación del yo personal y colectivo en una sociedad.

El colectivismo consustancial al modo tribal de organización muy extendido en Africa, no ayuda a crear una ideología. Es simplemente la aceptación de tu grupo o tribu, independientemente de sus ideas, el que marca y condiciona la acción de las personas. Así, el hecho mismo de formar parte de la tribu, es el que marca el modo de actuar de sus componentes, en lo social y en lo político. Salirse de este estereotipo es como un acto de deserción o alejamiento del propio grupo o tribu. Todos estos condicionantes, propios de la estructura social de la mayoría de los países de Africa, y como no, de Guinea Ecuatorial, son los que han hecho pensar que en nuestro continente y especialmente en Guinea Ecuatorial no existe ideología, existe la persona, o la atracción del líder. En el Partido del Progreso, creemos que las cosas no tienen que ser necesariamente así y que existe espacio para la ideología. Es mas, en toda acción política existe un trasfondo de ideología, que es conveniente reactivar y expandir. La ideología del PPGE, como de todos es sabido, es la Democracia Cristiana. Una ideología que defiende los grandes valores de libertad, de dignidad personal, del derecho a la propiedad y del reconociendo de la persona como sujeto de derecho y como centro de toda acción, social, económica, política ,etc. Estos valores han sido propios del legado del cristianismo.

"El mejor remedio para erradicar la miseria, es crear una sociedad libre, sana y abierta, en la que se garanticen todos los derechos individuales y colectivos de las personas. Sin embargo, la pobreza y la miseria, vienen siempre precedidas por una falta de libertad económica, por la opresión de la iniciativa privada, por una deficiente protección de la propiedad, por el control de precios, la represión de la sociedad civil, los privilegios otorgados a élites dominantes y extractivas, y por la escasa presencia en los mercados globales.  "

En la antigua Roma, aunque el cristianismo en sus comienzos fue la religión de los oprimidos, de los pobres, de los esclavos y de los pueblos subyugados, fue el que definitivamente terminó condicionando toda la sociedad. Finalmente el cristianismo seria el instrumento que sirvió mas eficazmente para devolverle los derechos a los ciudadanos romanos. Y fue también el que marcó el propio derecho romano. Mas tarde, ya en la Europa de la Primera y Segunda Revolución Industrial, hacia finales del siglo XIX, con la aparición de la Encíclica de León XIII, Rerum Novarum (1891), sobre las condiciones de los obreros, volvió a tener otra vez un importante protagonismo. Las interminables jornadas laborales en las fábricas eran de semiesclavitud y las condiciones de vida de la masa obrera eran paupérrimas. Un liberalismo desaforado, individualista y deshumanizado, que pensaba solo en el dinero, abrió una gran brecha en la sociedad burguesa de mediados del siglo XIX.

Por otra parte, como respuesta a esta situación, la izquierda marxista, que para solucionar estos males utilizó el odio de los indigente, frente a las otras clases y también acabar con la propiedad privada de los bienes, estimando mejor que, en su lugar, todos los bienes sean comunes y administrados por las personas que rigen el municipio y gobiernan la nación. La ideología socialcristiana llevada a cabo en su origen por grupos de activistas sociales con diferentes procedencias (cristianos conservadores y socialcristianos, fundamentalmente) cristalizó en toda Europa en partidos como la Democracia Cristiana y la Socialdemocracia. La prosperidad económica, los avances en el terreno social, así como, en la formulación de los derechos universales del hombre, que llevaron a cabo estos partidos después de la Segunda Guerra Mundial en toda Europa, fue sobresaliente y digna de destacar.

El Partido del Progreso nació hace ahora 39 años con una marcada ideología social- cristiana. Apareció como una respuesta a la situación de abandono que sufría, y sigue sufriendo el pueblo guineano. Un partido anclado en su tierra y en sus gentes, con un mensaje claramente social y de fuertes principios como: la solidaridad, la entrega a los demás, la responsabilidad, el sentido del bien común y la altura de miras, todo ello, situando a la persona en el centro de la acción política y como principal actor de todo cambio. El PPGE cree que para que el progreso en todos los campos llegué a Guinea Ecuatorial es necesario que nuestro país se incardine y homologue con las corrientes ideológicas globales, con influencia en lo político, en lo social y en lo económico. Así lo demuestran los casos de éxito que se están dando en el continente africano. Los regimenes dictatoriales, por el contrario, pretenden hacer una retrospección al mas oscuro africanismo tribalista, un mundo mágico (inmanentista), lleno de brujería, de budú y de sumisión. Esta es la forma mas fácil de dominio sobre los ciudadanos por parte de lis dictadores africanos. El mejor remedio para erradicar la miseria, es crear una sociedad libre, sana y abierta, en la que se garanticen todos los derechos individuales y colectivos de las personas. Sin embargo, la pobreza y la miseria, vienen siempre precedidas por una falta de libertad económica, por la opresión de la iniciativa privada, por una deficiente protección de la propiedad, por el control de precios, la represión de la sociedad civil, los privilegios otorgados a élites dominantes y extractivas, y por la escasa presencia en los mercados globales.

Hasta ahora, la ayuda oficial al desarrollo (AOD) en África ha sido mas bien un freno al progreso de los países receptores. Occidente lleva muchos años suministrando dinero a Africa para su desarrollo. Hasta 2014 se transfirieron mas de 100 billones de dólares por esta vía, pero cada vez hay más voces conscientes de su ineficacia. Muchos expresidentes de Africa han criticado esta ayuda como ineficaz. La agencia UNECA, de la propia ONU, también ha mostrado su recelo. Y cada vez hay más economistas de la región que opinan lo mismo. El Partido del Progreso cree que para que esta ayuda de promoción al desarrollo sea eficaz es necesario una serie de premisas: 

1- Que los proyectos a los que se destinan las ayudas nazcan y estén concebidos por la propia comunidad,  2- Que dichos proyectos estén llevados a cabo por la propia comunidad y con la participación directa de los interesados y 3- Que exista una fiscalidad por parte de instituciones de prestigio dedicadas a esta materia. Los países pobres necesitan incardinarse en las corrientes económicas globales. Y precisamente países como Boswana, Ruanda, Barbados o Cabo Verde están andando este camino. El Partido del Progreso sostiene que el nuevo estado democrático y de derecho que queremos construir en Guinea Ecuatorial, debe respetar los derechos humanos de los ciudadanos, atender a una distribución más justa de las riquezas entre sus habitantes, a desarrollar sistemas de protección social dirigidos a todos los ciudadanos sin excepción y a dedicar una parte importante del presupuesto a planes educativos serios para el mayor número posible de habitantes. Pero también se han de poner las bases de una economía libre y de mercado, que ofrezca garantías jurídicas para la propiedad privada y para las inversiones de los agentes económicos, tanto internos, como externos. Está demostrado que ningún ciudadano emprenderá proyectos de inversión sin unas leyes que le amparen y ningún guineano se pondrá a trabajar la tierra, sin tener la certeza de que los rendimientos revertirán sobre el y sobre su familia. Por tanto, para iniciar un proceso de transformación de nuestro país que permita un desarrollo económico-social duradero, el esfuerzo individual, la iniciativa empresarial y la competitividad, son conductas provechosas que deben ser apoyadas por el nuevo gobierno salido de las urnas. Además, para que no nos convirtamos en víctimas del proteccionismo occidental, debemos potenciar y fortalecer unas instituciones que garanticen la estabilidad de nuestra democracia y abra el camino a un crecimiento económico duradero. En el inicio de un crecimiento económico serio, debe de estar presente siempre el marco legal adecuado que contemple la libertad de movimiento de las personas, la de las mercancías y la de los capitales. En definitiva, poner en marcha una democracia social en el marco de una economía libre y de mercado.  Este es el trabajo y el empeño del Presidente Armengol Engonga, de su directiva y del conjunto de militantes y simpatizantes del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial.