Violencia social, empobrecimiento desde la blanquitud, miseria en Barcelona ¿Y después del incendio del Gorg, qué hacer?
Violencia social, empobrecimiento desde la blanquitud, miseria en Barcelona ¿Y después del incendio del Gorg, qué hacer?
"Siempre que hay un espacio simbólico que representa al poder estructural del sistema establecido se produce a su vez el uso del espacio como resistencia, es el caso de la Comunidad de la Nave del Gorg "
Isabel Osorio Patilla * (Moviment Panafricanista Malcolm Garvey University)
Hablar de violencia es hablar de violencia no solamente social sino de violencia política, económica, cultural, física, jurídica, institucional y un largo etcétera; ya que la violencia se manifiesta desde todos los ámbitos, por ello debemos hablar de violencia estructural y sistémica. La violencia estructural se desarrolla a través de diversas formas así como a través de la estigmatización, el empobrecimiento y la precariedad; es decir, la exclusión de personas, colectivos y comunidades del sistema socio-económico establecido. Desde las estructuras organizativas del sistema capitalista no hay espacio para las diversidades ni para la heterogeneidad; en el nuevo orden mundial se globaliza y se homogeneíza, criminalizando otras formas diferentes de organización social y cultural.
Desde la violencia estructural se estigmatiza a personas, colectivos y comunidades; especialmente a aquellos colectivos que buscan alternativas a la situación de exclusión y precariedad; como es el caso de la comunidad negra que ocupaba la Nave del Gorg de Badalona en forma de Kilombo* estructurado y organizado, ocupando un espacio físico y social y al mismo tiempo visible a la ciudad. *La palabra africana Kilombo fue utilizada para dar nombre a las nuevas comunidades creadas por las personas negras que habían sido esclavizadas en América, (exesclavas y esclavos libres, esclavas/os que habían huido de los colonos/as esclavizadores y también cimarronas/es); en algunos kilombos se incorporaron personas nativas y personas blancas, dando lugar al mestizaje. Estas comunidades se organizaban según una estructura social-económica y cultural comunitaria.
(Volvamos al Kilombo de Badalona como un espacio social). El espacio social es el escenario de los significados y significantes, por tanto conlleva hablar del espacio simbólico, el que representa el poder; el que delimita las distancias entre las personas incluidas y las excluidas. El espacio es además una construcción social que hace del 2 espacio que tenga un valor y significados a medida de sus dueños y usufructuarios. En este sentido, los sujetos negros que formaban el Kilombo del Gorg eran vistos por el orden establecido como elementos de paso, no arraigados, como objetos que no pertenecen a los espacios ordenados por propietarios/as del sistema; siendo estos propietarios del sistema quienes deciden quién y cómo se ocupan los espacios físicos, territoriales y sociales. Siempre que hay un espacio simbólico que representa al poder estructural del sistema establecido se produce a su vez el uso del espacio como resistencia, en el caso de la Comunidad de la Nave del Gorg el espacio era ocupado como resistencia a la violencia estructural y a la falta de derechos como ciudadanas/os, violencia que crea la estigmatización social y la discriminación en forma de racismo hacia los sujetos que habitan ese espacio de resistencia.
Al tratarse de un Kilombo negro en pleno espacio urbano (mayoritariamente blanco) que visibiliza claramente la pobreza, la discriminación social en diversas expresiones (racismo y exclusión en todos los ámbitos), también se visibiliza como un espacio de resistencia política, social y económica ya que había una estructura organizativa con un código de convivencia; por tanto también era un espacio de poder comunitario. De ello que hubiera que suprimir a esta comunidad. ¿Qué hacer? Dejar de victimizar y dejar de convertir en objetos a las personas de la comunidad negra, ya que en las comunidades africanas y negras hay sujetos (y no objetos) con capacidades, competencias y valores, con capacidad plena para crear estructuras organizativas de desarrollo político, económico, jurídico, social y cultural, ¿y por qué no espiritual? (desde Occidente la espiritualidad es un tema tabú, sin tener en cuenta que existe una gran diversidad de espiritualidades en las sociedades africanas y en el mundo). Para ello es obligatorio la dignificación de los sujetos negros estableciendo relaciones simétricas y no desde las relaciones de poder y de inferiorización-condescendencia; es muy importante el desarrollo económico dentro de las mismas comunidades negras (por y para las comunidades negras), la recuperación y nuevas narrativas de la historia, la reparación, crear y reforzar pedagogías que tengan en cuenta los saberes, aprendizajes y competencias en las comunidades africanas y de procedencia africana.
Y sobre todo es necesario, desde lo comunitario, estructuras organizativas en sentido bidireccional, desde lo local a lo global, y desde lo global a lo local; y todo ello desde la lucha panafricanista. Se trata de un proceso complejo y con sus dificultades, no inmediato en el tiempo. Para ello debemos creer en nosotras y nosotros mismas/os desde el panafricanismo.
Uhuru!
* Intervencion realizada durante la Trobada Panafricanista Dr. Alfons Arcelin Barcelona 2021. Dissabte 20 febrer 17:30H (Dia de la Comunitat afroespanyola)
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