-Editorial
CONCIENCIA NEGRA vs VISIBILIDAD NEGRA
Hoy es el Día de la Conciencia Negra conmemora la necesidad de crear concientización y reflexión sobre la relevancia que ha tenido la cultura y las luchas del pueblo africano en la cultura del mundo. Se escogió esta fecha en honor al fallecimiento de Zumbi dos Palmares, quien fue un líder revolucionario panafricanista del nordeste de Brasil. Zumbi vivió entre los años de 1655 y 1695 en la región de Alagoas, conocida como Quilombo dos Palmares.
El aporte de Zumbi dos Palmares y de otros líderes panafricanos o cimarrones de la época, no se limitó solo a la lucha sino también a la construcción de muchas de las bases filosóficas, políticas, religiosas y gastronómicas actuales. Aunque este día no no es feriado en el país se celebra el 20 de noviembre de cada año. Sin uno de los debates que hoy, la postmodernidad ha introducido en los jipis negros es el tema de la visibilidad. En cierta medida este concepto se opone al de Conciencia Negra que fue hegemónico en Cesaire, Fear of a Black Planet, Public Enemy que luego Negu Gorriak y Anton Reixa versionó con “miedo a un planeta vasco”, nos dice que ya sea en África o en la diáspora la lucha negra fracasa porque la mayoría de los profesionales negros se mantienen escondidos, alejados e invisibles de los procesos de lucha revolucionaria negra ya sea contra las dictaduras africanas o luchas antirracistas afros. Luchas y reivindicaciones que no son glamurosas y que no están legitimadas por las instituciones del Poder Blanco. El estribillo de "Afrika" del camerunés Pierre Claver Zeng, nos habla de que la visibilidad es la conclusión de los acuerdos que componen la velocidad que los centros neurálgicos de la economía negra y su filosofía, crearon numerosas disfunciones que obligaron a nuevos planteamientos sobre las cuestiones ya pactadas en Berlín 1895. Fruto de estas transformaciones, visibilidad, es el impulso de nuevas competencias y de aprobarse el proyecto de ciudadanía afro y la supresión de fronteras internas psicológicas en los negros o rex publica.
A las organizaciones negras, opositores contra la dictadura y líderes panafricanos los desacreditan, atacan, niegan y cuestionan. Por medio del análisis negacionista del discurso, y de teorías negacionistas sobre el miedo y la angustia y sociología de la fe, se vinculan sus componentes textuales con el contexto de poder en que se formo esta élite alienada, incluyendo las ideologías afro-jipiosas, percepciones teológicas y míticas existentes, como la negrofobia para establecer cómo se activa discursivamente la “interiorización del racismo“ y el “colaboracionismo” para determinar sociopolíticamente los ritmos de la traición, miedo y angustia. Se presentan como ejemplos de moralidad intelectual y conocimiento exquisitos. Y uno podría pensar si son tan listas, porque no lo han hecho ellas antes.
"deberías hacer esto, no sabéis nada, sois muy incultos, estáis mal vistos, lo primero que Luis Alarcón debe hacer es comprarse un traje de Máximo Dutti de 1500 € y que más gente conozca este movimiento etc"
Olvidando que cómo dice Public Enemy en – Show 'Em Whatcha Got- la liberación es un camino pocas veces transitado por la multitud. Fingen que no nos ven a pesar de que hemos crecido en el mismo barrio o ido al mismo instituto. Nos buscan para que les votemos en los concursos de derechos humanos. Se juntan con jipis súper fashion que ya que les dicen:
Creen que han descubierto la rueda y se distancian del kilombo, asumen un lenguaje y estética súper fashion "en vez de negros usan el termino racializados o afrodescendiente como si salieran de un curso de de colonialidad con Quijano. Pero luego cuando son agredidos violentados física psicológicamente por la policía mediante el racismo institucional y su perfilamiento racial con redadas, o acoso racista en las redes o el Estado les secuestra a sus hijos, o los nazis les pintan los labios de rojo, entonces montan en cólera y se quejan de que nadie de su Comunidad Negra o Movimiento Panafricanista, les apoyó, pero ¿Cuántos de ellos se afiliaron, pagaron cuota, fueron a alguna manifestación, charla, actos del movimiento negro o le dieron me gusta al que hoy exigen?. Pero esto pasa también con los "activistas".
Hace un tiempo una hermana que dirigía FOJA en Tarragona nos dijo que dejaba la organización. Le pedimos que no lo hiciera por que era un momento muy álgido de asesinatos del genocidio africano en Colombia, mientras que estábamos en una campaña de denuncias de las muertes. La hermana en cambio estaba hablando de visibilidad y participación etc...Podemos le había ofrecido ir en la listas y la condición era hacer una declaración publica de ruptura con los cimarrones de Tarragona. Nos pareció infumable pero la hermana ya imbuida con un lenguaje súper mega feminista Cool insistió. Una vez que realizó dicha declaración podemos no la incluyó argumentando que no tenia la nacionalidad española ¿es que podemos no lo sabia? La frustración de la hermana fue muy grande. Y se desvinculó de los actos de la gira del secretario general del Movimiento Panafricanista, Dr. Mbolo Etofili en Catalunya, gira que se cerró con la manifestación anticolonial en Barcelona convocada por la coordinadora 12 oct. Un caso parecido en Galicia, el hermano nos dijo que los concejales de podemos le habían ofrecido esto y aquello, ya sabes:
Otros militantes explicaron que Yeison le propuso que si dejaba el Movimiento Panafricanista públicamente, seria la referencia negra de Podemos en el reino de Fraga y Feijoo. Nunca fue en las listas. Hoy este brother está enojadísimo con los panafricanistas ¿pero qué culpa tenemos nosotros de su decisión? Un intelectual del actual gobierno de Rita me explicó que el entonces director de emigración Carlos Clemente le había ofrecido un trabajo en el centro de menores con un sueldo a cambio de alejarse de la Federación Panafricanista (el cabrón del político del PP grabó la conversación que no tiene desperdicio y me la pasó, todavía la tengo en un banco suizo).
El brother tenía familia y necesitaba el dinero- Le dije cuando hagas el primer cobro invítame a un café. Algunos periodistas y juristas colaboradores dejaron la redacción de Uhuru Afrika tv porque nuestra línea editorial era radical contra la dictadura y la ministra de cultura Guillermina Mikue por sus 501 pares de zapatos. Los juristas se fueron a Guinea para trabajar con el magistrado Carlos Mangue. A pesar del vínculo familiar que pesa entre nosotros, en Madrid procuraban estar lejos de mí y en Malabo a mil metros de la casa de mis padres en el barrio de Los Angeles. Su excelencia les ofreció a algunos de estos activistas un sueldo y la responsabilidad remunerada de la revista make a cambio de abandonar la redacción de Uhuru Afrika tv, Radio voz de Africa y la revista Reparación Africanay la relación persona con Abuy Nfubea, su director y Marcelino Bondjale, Castro Nguema y Mateo Nzambi. Hicimos varias reuniones para salvar la situación. La única posibilidad de armisticio era que Uhuru Afrika cambiara su línea editorial y rescindiera como colaboradores a Guillermo Nguema Ela de FDR y Weja Chicampo. Me negué.
Casi una década después los Obiang se fumaron el petróleo “be mana ñu karasing” y lo que es peor nada ha cambiado. Algunas muy pocas, se volvieron activistas y fueron encarceladas torturadas y muchas de estas personas han regresado al exilio frustradas por el comprensible fracaso de su proyecto de vida y porque Guillermina como buena etrusca, Roma no paga a traidores. Han convertido a los panafricanistas en la diana de su ira y odio por la situación de su fracaso en Guinea. Sin embargo fue el Movimiento Panafricanista junto a Radio Macuto que lanzó las campañas más exitosas para liberarles de las garras de Obiang en Black Beach y apoyar sus insípidas huelgas de hambre. Otros activistas de la oposición guineana tienen a los panafricanistas como el blanco enfermizo de sus frustraciones y sueños oníricos, quizás para demostrar al amo que “nos soy como Moisés, ni como Abuy, ni Josimar”. El proceso siempre es el mismo: traicionar las luchas sociales africanas para luego exigir y pretender rentabilizarlas.
Ante ello, tanto la oligarquía y el poder blanco como el PDGE se parten de risa. Saben que no hay ni convicción ni compromiso, en el fondo el movimiento negro es un espacio de mero oportunismo, instrumentalización, rentabilidad personal e individual, sin reconocer ni su autoridad ni su dimensión política. Estas élites negras, generan un dispositivo de poder discursivo para la producción e instrumentalización de miedo, confusión y angustia, en función de sus elementos trascendentes como es el oportunismo, la traición y deslegitimación simbólica de los procesos políticos negros.
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