Haitianidad: Ayer, Hoy y Siempre.1
Lourdes Antuan
Muchas personas al leer los breves
capítulos de este libro en el que intentamos compartir reflexiones sobre haitianidad
y su vigencia en todo discurso que haga referencia a la conquista de libertades y la abolición de las nuevas y viejas
formas de esclavitudes no dudo el que
adopten la actitud típica del que ve y piensa en Haití como un país desgraciado por naturaleza,
aunque en el fondo todos sepan que no es un país en crisis por naturaleza, más bien
fue un país inducido a la desgracia desde el mismo instante en que como pueblo
unido decidió arrebatar su libertad con el aporte fundamental de cada mujer,
cada hombre con su oración, sus armas,
pensamientos e ideas estratégicas, que se sumó al proceso de la abolición. La
haitianidad es fruto de las vivencias, experiencias y los resultados concretos.
No es resultado de la inmediatez, un proceso de ensayo/error, ni surge por
órdenes de extraños.
Optar por ser libres sigue siendo una
acción que siempre molestara al opresor, de manera que no nos extrañemos al ver
y escuchar a personas referirse a dicho país o concepto desde una posición fatalista
como si fuesen jueces o predictores de
la tragedia continua realidad que sólo beneficia a los
reales desgraciados dedicados a promoverse en base al dolor ajeno.
El nombre de la nación constantemente es
objeto de una especie de bullying cotidiano por las consideraciones despectivas
con perfil determinista que de forma automática lo van ¨descalificando¨ cómo concepto filosófico incapaz de salir de las múltiples situaciones internas de crisis
independientemente de su naturaleza, incluso las nefastas consideraciones al referirse al país como el más pobre con el
énfasis puesto en mostrar solo lo peor es un motivo para el análisis, como
igual apremiante seria una reflexión sobre cuáles han sido los beneficios y reales resultados de las políticas de colaboración
existentes aplicadas hasta el momento.
Como se dijo en Durban 2001, es obvia que
la necesidad de exigir perdón y reparaciones por cada una de las injusticias o faltas cometidas contra todos los países cuyos ancestros
fueron esclavizados junto a la larga lista de violencias posteriores, este proceso no es suficiente cuando solo se reduce al
reclamo de un grupo de negras y negros conscientes cuya capacidad de memoria es
capaz de ver más allá de lo meramente visible debido a que en la actualidad
continúan existiendo cadenas cuyo peso lleva a ciertos hermanos y hermanas a dudar incluso de sus capacidades.
Es muy importante establecer las
diferencias entre Haití y haitianidad. El primero se basa en realidades
sujetas a cambio. Una nación-Estado con una trayectoria política, social,
religiosa cuyas consecuencias recaen directamente sobre el mismo pueblo
obligándolo a adoptar las medidas extremas como son el elevado índice de
inequidad, desesperanzas y oportunidades no aprovechadas.
Lo segundo hace referencia a un concepto
epistémico cuyo legado, cultura, filosofía, una misión permanente, un
compromiso asumido que se transmite de una generación a otra. La haitianidad
está vinculada directa e indirectamente a cualquier proceso de liberación,
ruptura de cadenas físicas o mentales en cualquier parte del mundo, con unos énfasis particulares en los procesos de las
comunidades africanas y sus descendientes hoy. No hay haitianida sin cimarroje,
la insurrección por tanto La haitianidad nos exige a los panafricanistas un
mayor esfuerzo y niveles de compromisos con la promoción del respeto a los
Derechos no solo con un enfoque en el tema de las migraciones, exclusión o
racismo; en el seno de África el peso
del caudillismo, la violencia basada en genero, la expropiación de los
recursos, la pobreza inducida y ciertas tendencias a la corrupción continúan
afectando a millones de personas.
Es altamente preocupante la carga social asumida por nuestras hermanas negras solo por ser mujer incluso desde niñas. Tal y como reza uno de los artículos de nuestro credo panafricanista ¨ Toda persona negra independientemente del lugar donde se encuentre es considerada africana¨ La haitianidad nos recuerda que todos los negros somos hijos de África, aunque no sepamos la procedencia especifica dentro del continente (Camerún, Nigeria, Senegal, Zimbabwe, Ghana, Cabo Verde, Congo, Angola Guinea Ecuatorial ect) . Todos somos la misma familia razón por la cual NOS VEMOS, NOS RECONOCEMOS asumiendo inevitablemente como decía Cheik Anta Diop, ese sentimiento muy propio e inexplicable de ser uno.(One Afrika one Nation)
Es altamente preocupante la carga social asumida por nuestras hermanas negras solo por ser mujer incluso desde niñas. Tal y como reza uno de los artículos de nuestro credo panafricanista ¨ Toda persona negra independientemente del lugar donde se encuentre es considerada africana¨ La haitianidad nos recuerda que todos los negros somos hijos de África, aunque no sepamos la procedencia especifica dentro del continente (Camerún, Nigeria, Senegal, Zimbabwe, Ghana, Cabo Verde, Congo, Angola Guinea Ecuatorial ect) . Todos somos la misma familia razón por la cual NOS VEMOS, NOS RECONOCEMOS asumiendo inevitablemente como decía Cheik Anta Diop, ese sentimiento muy propio e inexplicable de ser uno.(One Afrika one Nation)
Los panafricanistas somos África, somos América
y cualquier parte del mundo en donde exista presencia africana, en este
sentido, el compromiso con la liberación ideológica, económica, política,
espiritual son parte de nuestra agenda común.
Otro aspecto de gran valor es que dicha filosofía no se
desvincula del los procesos y vivencias anteriores acompañados de una visión
analítica y critica del comportamiento de los lideres que nos han precedido, o
de los que en la actualidad peregrinan con nosotros.
En fin, como decia D Arcelin, a los panafricanistas y cimarrones
no necesitamos que nos enseñen a ser negras/negros, solo necesitamos que
respeten nuestra esencia, deseos y nuestro Ser.
1 prefacio del libro haitianidad, panafricanismo y reparación ediciones Uhuru Afrika
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